viernes, 20 de abril de 2012

San Jordi 2012: una rosa y ¿un ebook?


La cuenta atrás está activada. Quedan escasos 2 días para que se celebre un año más, la maravillosa festividad de Sant Jordi y mientras tanto, en Internet y las redes sociales, las apuestas sobre géneros literarios y títulos que triunfarán el próximo 23 de Abril, se multiplican.

Para quien no ha disfrutado nunca del día Sant Jordi, decir que esta es una jornada festiva y popular, difícil de olvidar por lo emotiva y colorista. En la mayoría de pueblos y ciudades de Cataluña, los libreros y floristas salen a la calle, y son muchos los que se acercan a los puestos de venta para curiosear entre los libros o escoger originales rosas para sus personas amadas, porque en el día de Sant Jordi, también celebra esta Comunidad Autónoma, el día de los enamorados. Los más afortunados, tendrán incluso la oportunidad de conseguir el autógrafo de su escritor favorito, rubricado en su libro recién adquirido. Fuera de nuestras fronteras, la UNESCO declaró en el año 1.995, el día 23 de abril como “Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor”, ya que coincide con el día en que fallecieron Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega en el año 1616.

Pero quizás este año  sea la prueba de fuego para el sector editorial español, debido al creciente protagonismo del libro electrónico frente al formato papel.  Según el Gremi de Llibreters de Catalunya, el pasado año se facturó un total de 17 millones de euros en esta jornada, un resultado del que se sienten satisfechos.  Pero por otro lado,  el número de eBooks publicados en España continúa aumentando a buen ritmo. Según los datos del ISBN del mes de marzo, el registro de libros electrónicos ha crecido en un 6% con respecto al mes de febrero.

Y mientras tanto y por si acaso, nadie ha obviado la importante cuota de mercado que está suponiendo la implantación del libro electrónico en el mundo e-commerce. Porque realmente, un mercado no excluye al otro, pero las editoriales deben estar bien preparadas tecnológicamente hablando. Medios de comunicación catalanes como La Vanguardia, creó el pasado año en colaboracion con Amazon, una editorial de libros electrónicos que estos días publicita, en su edición online, interesantes títulos de cara a esta festividad y el propio Gremi de Llibreters de Catalunya, ha puesto en marcha, hace escasamente unos meses, el portal  Libranda, una empresa cuya misión es ofrecer un conjunto de servicios logísticos, técnicos, comerciales y administrativos a editoriales, tiendas, bibliotecas (u otros clientes), que les permitan gestionar de forma eficiente, el entorno digital en el que están inmersos.

La festividad de Sant Jordi será pues, un buen momento para medir el desarrollo del ya firmemente instaurado mercado editorial digital , porque aspectos tan importantes como servicios y garantía de los productos comercializados, servirá para conformar un óptimo tejido empresarial para el futuro, en este caso concreto del Gremi de Llibreters. Y hasta entonces ¿quién será el escritor que consiga ser el número 1 en ventas de esta jornada? Aquí os dejo algunas de las apuestas que se escuchan en Internet...

domingo, 8 de abril de 2012

Ser o no ser emprendedor.

Y esa es la cuestión. A estas alturas de la película...¿quién no se plantea emprender para poder encontrar una salida a su situación laboral? Mi impresión es que todos los elementos del bucle económico, nos arrastran al lado emprendedor.

En este post no me he andado por las ramas. Ni introducción, ni datos. Ni tan siquiera una anécdota personal que nos ayude a entrar en materia. Son tantas las conversaciones que se escuchan a nuestro alrededor sobre la necesidad de montar "algo propio", que no lo he creído necesario. En estos últimos años, se respira en el ambiente cierta cultura emprendedora, impulsada por algunas corrientes políticas.

Indudablemente es una buena forma de avanzar en la difícil situación económica en la que nos encontramos. Estados Unidos, el país de las oportunidades, también abandera esta causa del emprendimiento y el pasado 22 de marzo aprobó un nuevo marco normativo, allanando el camino para el crowdfunding (financiación en masa ) y facilitando la creación de start-ups o compañías en fase inicial, en lo que a aspectos administrativos se refiere.

Mientras en España, a la espera de la anunciada Ley de Emprendedores que prometió Rajoy en los primeros 100 días de gobierno, muchos quieren escuchar novedosas medidas que les ayuden a dar el paso definitivo, hacia un nuevo horizonte profesional. Los entendidos en la materia auguran un marco empresarial con menos burocracia, incentivos fiscales, facilidades para obtener crédito y apoyo a la internacionalización. Aquellos a los que les gusta arriesgar aun más,  apostarían por una legislación todavía más progresista, que permita crear una empresa a partir de" una tarjeta de crédito y una línea de Internet". De momento solo tenemos las palabras del Presidente del Gobierno, que en periodo electoral se comprometió al apoyo fiscal de 3.000 euros por contratar al primer trabajador (que no sea socio) en empresas de nueva creación, y la modificación del régimen del IVA para que autónomos y pymes, no tengan que pagar el impuesto, hasta que efectúen el cobro de las facturas correspondientes.

Y mientras tanto:     
  
   "Yo quiero emprender"
      "Tu quieres emprender"
         "El quiere emprender..."  



¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta los nuevos emprendedores que se lanzan al ruedo de la creación de una nueva empresa? Innumerables, pero en este post pretendo una única reflexión: ser conscientes si esta emprendeduría se inicia por necesidad o por vocación. ¿Cuántos artículos encontramos navegando en las redes con mil y un consejos para montar tu propia empresa? ¿Cuantas biografías de éxito conocemos sobre grandes empresarios que empezaron de la nada?¿Tienes un business ángel que guarda las cuatro esquinitas de tu cama?

La cultura emprendedora está estrechamente ligada a la iniciativa y a la acción. Las personas dotadas de espíritu emprendedor poseen la capacidad de innovar; tienen voluntad de probar cosas nuevas o hacerlas de manera diferente. La cultura emprendedora presenta una doble faceta. Por un lado, la cultura emprendedora supone saber lanzar nuevos proyectos con autonomía, actitud para asumir riesgo, responsabilidad, intuición,  miras de proyección al exterior, capacidad de reaccionar y resolver problemas. También supone saber llevar a cabo proyectos de otros, con el mismo espíritu de innovación, responsabilidad y autonomía.

Entonces ¿por qué cuesta tanto emprender en nuestro país? Dejando a un lado los problemas de financiación, que indudablemente son el gran condicionante en los tiempos que corren, reconozcamos que los españoles carecemos de espíritu emprendedor, porque arrastramos el gran lastre que es el miedo al fracaso. Estamos acostumbrados a la cultura de la seguridad laboral, del funcionariado, de no poner en riesgo el patrimonio familiar. Mientras en nuestro país trabajar por cuenta ajena es la máxima aspiración, al otro lado del charco, los americanos piensan totalmente lo contrario: hay muy poca seguridad laboral cuando se trabaja para otros y por eso, la gente no ve riesgos al montar una empresa.

España poseía hasta ahora una seguridad laboral muy alta,  y montar una empresa era cosa de "locos soñadores". La nueva reforma laboral nos ha quitado de un plumazo, esa dulce red  que nos permitía vivir sin sobresaltos. Llegan pues tiempos de acción: si eres de los que no saben ver el vaso siempre lleno, es mejor dejar el mundo empresarial a otros, porque la tranquilidad también es un bien preciado. Si por el contrario, tienes ese gen emprendedor que te permite ver más allá de las simples ideas, no hay lugar a dudas: lo volverás a intentar aunque tu primera experiencia no sea satisfactoria. Y desde mi modo de entender la situación: no hay que establecer barreras entre ser empresario o trabajador sino ser capaces de crear una buena sinergia entre un emprendedor y un buen equipo de trabajo, donde sus miembros se complemente entre si. Es la única vía para conseguir las metas trazadas e idear nuevas iniciativas.