En un reciente viaje a EE.UU pude vivir en primera persona, lo que supone para los americanos, la muerte de una persona relevante. Supongo que os podréis imaginar de quién se trata: el hasta ahora todopoderoso Steve Jobs. Jobs obtuvo una gran relevancia pública, siendo portada de Time en 1981. Contaba con 26 años y ya era millonario. Y sobre todo, para los americanos, convertirte en millonario a esta corta edad, no necesitas otra carta de presentación. Que no es el caso...
Independientemente del espectáculo mediático que pude vivir y fotografiar (programas de TV, imágenes, miles de pos-it en las impactantes tiendas Apple, velas, flores y toda la parafernalia que gira en torno al fervor desmedido de las masas en este país...) y de vuelta a la serenidad de mi rutina diaria, me encontré con el siguiente artículo, publicado en un blog, de la edición digital El Mundo: Steve Jobs y el método Montessori. http://tinyurl.com/66epbmr
Para los que no conozcan este método, los principios fundamentales de la pedagogía en el campo de la enseñanza de María Montessori están basados en: la autonomía, la independencia, la iniciativa, la capacidad de elegir, el desarrollo de la voluntad y la auto disciplina, a través de la estimulación de los cinco sentidos. Para nuestra bloguera y autora de este artículo, "tanto Jobs como Montessori, confiaban en el infinito potencial de desarrollo que toda persona posee y en el poder que los objetos útiles tienen, para poner en movimiento esa infinita capacidad". A pesar de vivir una vida muy privada, casi ascética, el todopoderoso Jobs aceptó la publicación de sus memorias (por cierto, aviso para sus más fieles seguidores: saldrá a la venta el próximo 24 de octubre, aunque ya se puede reservar en Amazon). Quería que sus hijos entendieran porqué no siempre estaba con ellos. De todo lo publicado hasta ahora, y los que sepan leer entre líneas, la genialidad de este señor, aunque no es discutible, sí hay que reseñar que era una persona que nunca trabajaba solo. Pero ¿cómo podemos llegar a relacionar a Jobs y Montessori, cuando esta pedagoga italiana fomentaba ambientes de educación, donde no se incitara a la competencia entre compañeros? Contrastando diferentes artículos y aunque muchos opinen lo contrario, Jobs sentía auténtica pasión por el diseño minimalista y donde realmente destacaba, era en la manera de comercializar sus productos. Es cierto que sus objetos son tremendamente útiles y fomentan nuestra integración en el sector tecnológico pero ¿hasta que punto no imperan los principios del marketing, por encima de todo? La práctica santificación de Jobs ¿está realmente justificada?
Dejo pues esta reflexión sobre comparaciones. Pasado y presente de dos genios, que han entrado en la historia: María Montessori en el campo de la educación, y Steve Jobs en el campo virtual 2.0
